ESCRITOS


Estoy en una cima el día de mi cumpleaños, a mi lado tengo un amor, busco en la mochila un vaso, abro una botella de champán, es mi amor. Miro el horizonte, pero solamente veo lo que me pasa a la velocidad de la luz por el cerebro: el alba, frío, frío, más frío, empieza el viento, me refugio, más viento, más viento, turbinadas de nieve, antes he visto estrellas, muchas, muchas, muchas, empieza la luz, veo otras luces, son lámparas, en las cabezas se mueven como luciérnagas, movimientos de mariposas para el viento, cada vez mas luz, viento, vuelvo a refugiarme. Monte Bianco de Courmayerur. Baja la ventisca, hacia el este la sombra del Cervino y del Monte Rosa, y los Jorases.........estoy soñando, me despierto porque me abrazan por detrás, y oigo una voz femenina que me dice "Ciao Paco, elemento", me doy la vuelta y la beso, no sé si habrá sentido algo, lleva mono de esquí, gorro y plumífero. Vuelvo hacia atrás, empieza de nuevo la ventisca, sube la nieve hacia las estrellas y cambia de rumbo. Mi cerebro empieza a funcionar a velocidades de vértigo: me digo a mi mismo "He subido aquí multitud de veces y ahora pensaba que no volvería a subir más porque no bajaría de aquí. Veo las turbinadas de nieve, oigo la tormenta pero no la veo, no sé donde está, seguro que está en el valle. Cuando el sol dé sobre las nubes, éstas subirán a mucha velocidad a la cumbre, grito a mis compañeros y a toda la gente que veo "Vámonos, corred...." Corro el primero, mientras pienso en la primera vez que subí aquí, acababa de ser un niño, lo hice con un guía, él me enseñó el camino del Monte Blanco, y yo escogí el camino de mi vida.

"Vámonos, vámonos ...... mirar la nube, abajo, abajo, corred....recuerdo a mi amigo Pedrito, desaparecido allí mismo tiempo atrás por de un rayo. Me tiro por la pendiente, a veces a rastras....el sol, con la ventisca produce un color azul., mi pantalón de ventisca es azul también, produce un efecto de luz, me lo dió un compañero en el Risco del Pájaro.

Llegamos al refugio de Torino, entre la ventisca entro al refugio, me tumbo encima de una mesa, no puedo mas, quedo extasiado por el calor, calor, calor, estoy dormido, me abrazan y oigo una voz "Ciao elemento, no te toques las manos, me dice....y oigo que hablan entre ellos...."tiene congelaciones". Alguien me mira las manos y dice "no tiene nada de congelaciones, es la suciedad de las manos de la nieve de las rimayas y la voz de ella que dice "No tiene nada el caproni, es de hierro, de hierro". Voy despertando, veo luz, ha amanecido, veo sus ojos azules, azules, azules....pasa el tiempo....ella y su alma murieron en una avalancha en el Monte Blanco, en el Pico Gamba, posiblemente con Cosimo Zappelli. Recordaré siempre cuando me dijiste "¿ves aquel bicho que forman las estrellas (refiriéndote a una constelación )? yo miraré allí y tú mira también".......me pregunto por qué están muertos mis amigos. Lo comprendí mucho tiempo después...una amiga me dijo "Los hombres son hijos de Marte y las mujeres somos hijas de Venus"....y por eso no puedo llorar, llorar.

© Francisco Caro Serrano

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